Mantelitos de papel

Parece que cuando te hacen una pregunta tienes 3 oportunidades, decir que sí, que no o permanecer callado. El silencio no es una opción en la vida real, por lo que muchas veces es mejor no escuchar la pregunta para no verte obligado a contestar. Pero somos humanos y un defecto muy malo es la curiosidad. Qué pasa si hago esto? (ahí aparece una pregunta por contestar). Y hay preguntas "llave", cuya respuesta cierra por completo el camino al que llevaba la respuesta opuesta. Muchas veces no hay respuestas grises, son blancas o negras. Y así, vivimos saltando de epígrafe en epígrafe de un diagrama en el que no hay manera de volver atrás ni de saber que hay por delante. La ventaja de esto es que nunca es un error, porque nunca sabes cual hubiese sido el resultado de coger el otro camino...

Es... como los mantelitos de papel de los menús infantiles de los restaurantes... Ay amigo! Si estas resolviendo el laberinto pintando con tu boli de colores y topas con una pared... no hay manera de volver a coger el camino que te lleve a la salida... Hay que coger otro mantelito (sustituir el mantelito de papel como figura literaria por cualquier cosa que os haga falta: hombres (mujeres, vaya), trabajos, estudios, proyectos, días malos... siempre funciona... coger otro mantelito... total... son de papel! Pueden reciclarse, no sabes cuando un pedacito de ese mantel volverá a ti, y aún queda mucho Amazonas por exterminar... bueno, eso no... es estirar demasiado la metáfora)

Me seleccionaron de interna para el hospital Clínico Veterinario de la Facultad de Veterinaria de Córdoba. Y les he declinado la invitación todo lo cordialmente que he podido, en favor del resto de alumnos que ansían con fervor estudiantil y ansias de saber pasar noches despiertos, comer bocadillos al lado de una jaula y quemarse los tímpanos con el sonido del pitido de las bombas... Eso ya no es para mí, o por lo menos no ahora. Suerte chicos. Sois unos jóvenes y vigorosos valientes, os admiro... Pero mis horas de sueño son ahora mi tesoro más preciado, desde que la lavadora y la vitrocerámica se han empeñado en que las use si quiero ropa limpia y comida caliente (con la plancha estamos negociando... el tendero y las pinzas me han dicho que si nos unimos convenientemente, la plancha no tendrá nada que ofrecernos)

Sin embargo, decidir presentar una comunicación oral en el VII Congreso Nacional de Especialistas en Odontología y Cirugía Maxilofacial Veterinaria fue un puntazo. Ganar el premio a mejor comunicación del congreso en el área de pequeños animales, también. Ser el mico del congreso, única estudiante y novata en general, curioso.

Ahora te dejas llevar por los comentarios que nos auguran un futuro prometedor en el amplio y cuasi-virgen (algún besillo le han dado en estos últimos 10 años) campo de la odontología veterinaria y te planteas si es uno de esos mantelitos de papel que quieres hacer con lápiz para poder borrar si te equivocas... Y es que nos han dicho que especializarse es lo que se debe hacer. Que eso de bailar con muchas e irse solo a casa es de panolis. Aquí una se casa con la que le pide el primer baile... Y yo es que soy muy de bailar sola, a lo loco, agitando los brazos al aire y zarandeándome de un lado a otro de la sala. A mí los bailes agarraos me dan angustia. Así que, de momento, y aunque parezca que nos vamos a comprar la moto, la vida da muchas vueltas... y las vueltas pueden darse de muchas maneras... Y lo dice alguien que menos en dragon, se ha montado en muchas cosas!

Lo que digo yo siempre. Quien sabe si acabaremos vacunando vacas en Uganda?...

Por todo lo demás, magnífico congreso... magnífico sitio, magnífica organización (no diré yo nada en contra).  Magníficos ponentes, incluído el doctor Frankfur (¬¬') y el señor-inglés-guapete-de-caballos...  y comunicadores, todos muy valientes ante esos 10 minutos eternos de ponencia y 5 de "ruegos y preguntas, se ruega no preguntar". Lo malo? Las botas de tacón que me puse...  Madre, que dolor de pies tengo!

Se hizo raro ver a medio dpto de Cirugía de la UCM en la UCO. No me mezcléis ambientes, que no discierno... Y luego se enmorriña una pensando en lo que echa de menos de Madriz y lo que se llevaría de aquí para allá...

Conclusión? Fue el primer congreso nacional que nos metímos en el bolsillo... pero no será el último.

Saludos cordiales!