Pero hay veces que alguien confía en tí, o ve algo que te hace ser... no digo ni más ni mejor, si no que simplemente le inspira algo positivo por la forma en la que te entregas. Esa es la recompensa.
Estamos en puertas de acabar, pero queda muy lejos estar a la altura de los que nos enseñan. No podemos jugar en la misma liga que ellos, salvo por pequeños saltitos a otra dimensión como este.
Nos premiaron nuestro "Paladar Hendido" en el Congreso de Ciencias Veterinarias. Ahora nos publica el artículo en Argos... No será por nuestros contactos, si no porque alguien ha confiado en nosotros.
Cuando empiezas tienes dos maneras de encarar ese "ser algo en la vida": pensar (sólo) que vas a ser un mediocre o resignarte a serlo; porque nadie empieza pensando que va a ser un master del universo... (o así debería ser)
No nos hacen falta lecciones de humildad, porque tenemos toda la del mundo. Nos hace falta sonreir cuando puedes poner en tu CV tu primera publicación, tus primeras prácticas o tu primera ponencia.
Son pequeños empujones que animan ante las eternas horas de estudio, las infinitas prácticas, los sermones y las estupideces que tenemos que aguantar (veis? ya me estoy quejando...)
Este blog es una felicitación al trabajo. Y gracias.
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