Maestro Herriot

Siempre recordaré esta página del libro. La señorita Stubbs, una anciana enferma que acababa de perder a su gato Ben, le dijo a Herriot:

- Mire, señor Herriot, ahora me toca a mí. No tengo miedo, sé que me espera algo mejor. Nunca tuve la menor duda. Sólo tengo un temor - y su expresión cambió repentinamente, como si se hubiera quitado una máscara. Aquel rostro resultaba casi irreconocible. Una especie de terror brillaba en sus ojos, y su mano se aferró a la mía - Mis perros y mis gatos, señor Herriot. Me temo que no volveré a verlos cuando muera, y eso me preocupa. 

- Bien, y ¿por qué no verá a sus animales?

- Dicen que los animales no tienen alma. 

- Pues yo no lo creo. Si tener alma significa ser capaz de sentir amor, lealtad y gratitud, entonces los animales son mejores que muchos seres humanos. No tiene por qué preocuparse.

- Espero que tenga razón. A veces no duermo por la noche pensando en ello.

- Sé que tengo razón, señortia Stubbs, y no discuta conmigo. A nosotros, los veterinarios, nos enseñan todo lo referente a las almas de los animales. 

Y ojalá esto último fuese verdad, para poder jugar con ventaja día tras día frente a tanto dolor y tanto sufrimiento. Y no sólo de los animales, también de todas las señoritas Stubbs que nos escuchan decir eso de "pronóstico grave", "poco que hacer" y "difícil solución". 

Ahora que vienen fechas de regalos "porque-sí", he adelantado uno y me he autorregalado la reedición de Todas las criaturas grandes y pequeñas y de su secuela, Todas las criaturas brillantes y hermosa. Y es que lo mío con Herriot es pura y dura admiración, admiración de la de llorar y soñar que me convertiré en algo parecido al que es, para mi, un ídolo. Pocos veterinarios (por no decir ninguno) son conocidos por su nombre y sus apellidos en este país, pero mentar a Mr James Herriot en UK es evocar un recuerdo tierno y familiar creado a base de preciosa literatura autobiográfica e imágenes televisivas de su serie, de mano de la BBC, que estuvo como telón de fondo en muchas casas durante años, algo así como para nosotros Curro Jimenez, vamos. Quizás la aportación de Herriot sea culpable en gran medida del respeto y la admiración justa y necesaria que se tiene a nuestra profesión en ese flemático país.

Si tenéis oportunidad, leed los libros. En mi primer año de carrera una de mis profesoras nos dijo que el culpable de que hubiese estudiado Veterinaria era Herriot. Yo lo conocí ya en la facultad, pero desde luego me ha sacado de alguna que otra crisis de fe leyendo sus libros. No todos están traducidos al español, de hecho creo que ahora mismo solo están disponibles los que ya he citado, junto con Un veterinario en apuros y Un veterinario en la RAF, porque el amigo Herriot fue piloto de guerra en la II Guerra Mundial... Aunque felizmente, nunca entró en combate y pudo seguir ejerciendo como veterinario años después.

Se rodaron, además de la TV Series All Creatures Great and Small, la película del mismo nombre (de 1975, en la que, por cierto! Sale Anthony Hopkins para mi sorpresa) y, algo más actual, de 2011, es una adaptación cinematográfica en 3 capítulos, también cortesía de la BBC, sobre la vida de Herriot, Young James Herriot (disponible VOSE en Serie Yonkis: http://www.seriesyonkis.com/ficha/serie/young-james-herriot).

Pero todo esto es referente al personaje, James Herriot. Si queréis conocer al verdadero veterinario que se escondía detrás de este pseudonimo (debido a que la ley impedía a los veterinarios publicitarse), James Alfred Wight, podeis leer la biografía Young Herriot: the early life and times of James Herriot (que todo sea dicho de paso, me compré por una flamante libra en un supermercado Poundland en mi ultimo viaje a Londres, para que luego digan que no hay productos de calidad en esa cadena!!!), firmado por Jonh Lewis-Stempel, en el que se cuenta la verdadera historia detrás de la literatura. Pero también interesante y cautivadora.

Alguna cosa más? Posiblemente Google tenga más información que yo, pero seguro que no tanto respeto y admiración por este señor veterinario y tantas ganas de que os pique el gusanillo por su vida y obra.

Yo ya le he pasado el libro de Todas las criaturas grandes y pequeñas a mi abuela, para que veáis que no sólo obsesivos-compulsivos por la Veterinaria, como yo, podemos leer a este maestro. Porque en todas sus páginas se desprende un enorme amor, no solo por los animales, si no por la naturaleza y la especie humana, a la que cuida y mima ocupándose con la mayor dedicación de sus animales, comportamiento que honra nuestra profesión elevando al máximo exponente, por la vía literaria, nuestro lema (el cual no repito porque os tengo fritos!)

Espero que lo leáis, sinceramente... Y que compartáis vuestra opinión si os apetece!

Un abrazo mis cachorros