Diario de una Rookie Vet

Diario de una Rookie Vet
El verano de 2012 "Diario de una Rookie Vet" actualizó día a día desde Kathmandú, Nepal... Ahora, 9 estudiantes de Veterinaria viven su propia aventura en Ichangunarayan trabajando como veterinarios voluntarios! ¡No te lo pierdas! (clicka la imagen para formar parte de esta pequeña aventura...)

domingo, 8 de julio de 2012

¡¡¡¡Post-Graduados!!!!

Sé que se puede llorar de alegría. Evidentemente se llora de pena y de rabia. Pero no me imaginé que se pudiera llorar de orgullo.

Ayer fue realmente la cima, el final de una etapa en nuestras vidas. Todo. No podría distinguir entre las partes. Lloré. Como la que más (de hecho creo que fui la que más llore ¬¬') y me da igual que me llaméis blanda.
Son esos nervios que te flotan por el estómago cuando sabes que eres protagonista de algo. Y así te sientes cuando estas rodeado de todos tus compañeros y de todas las familias andando por un pasillo por donde antes que tú han pasado Ramón y Cajal, Gregorio Marañón y toda la pandi. Allí las rencillas de pasillo y cafetería se te olvidan, el cansancio y las ojeras se han subido a unos tacones, puesto corbata y disfrazado de fiesta. Te alegras de ver a cada una de las personas que te rodea como si no fueran las mismas que has visto durante los últimos 5 años día a día, en pijama, en mono, en quirófano, comiendo, durmiendo, en clase, en práctica, estudiando, despotricando, en ayunas, corriendo... 
Porque les toca decirlo, los profesores nos llenan de cumplidos. Les toca por guión y porque nos lo merecemos. Pero, joder, no se, a lo mejor ese que les tiembla un poquito la voz que sale de una boca seca o quizás sean los caminos de lágrimas que se abren entre el colorete de las mejillas, pero sabes que lo dicen de 
verdad. Que no nos echaran de menos uno a uno, igual que nosotros a ellos tampoco, con nombres y apellidos, pero que si se acordarán de que se les ha ido un pequeño trocito de su vida con nosotros... Que si extrañarán vernos crecer. Porque hemos crecido y a algunos incluso no nos conocían de aquella guisa. Guapos no, guapísimos todos. Pero con ese brillo especial que te sale de los más profundo del pecho cuando sonríes de verdad. Sonreír de verdad, de verdad, erguido, con el pecho lleno como un palomo de algo que no tenías dentro antes, con pasos firmes sobre una alfombran tan profunda como un pantano y encima de unos tacones que no te has puesto en años... pero firmes hacia donde tengamos que ir. 

Como no, yo me equivoqué en el paseillo ¬¬' pero no se noto... o no mucho!

Leer el juramento hipocrático a la vez que tus profesores y tus compañeros y que no te salga la voz. 

Compromiso de cumplir con honradez y dedicacion las obligaciones de la profesión Veterinaria y de seguir en todo momento las normas de ética profesional, en mis relaciones con mis compañeros y con las personas y animales que requieran mis servicios. Mediante los conocimientos científicos a mi alcance, trataré de evitar las enfermedades y el sufrimiento innecesario de los animales, procurándoles en lo posible bienestar y salud. Así mismo, me comprometo a velar por la salud y protección de las personas frente a las enfermedades que pudieran adquirir de los animales, y a que los alimentos obtenidos de ellos sean sanos y seguros. Me obligo además a continuar mi formación, valiéndome de la ayuda de mis profesores, para mejorar mis conocimientos y así cumplir con la mayor eficacia las exigencias de mi profesión. 

Que Veterinarios que admiras y respetas te llamen colega y no alumno. Que tus padres sonrían a lo lejos orgullosos de verte allí. Compartir con ellos y con tus amigos, con los que casi has estado mas tiempo en los últimos años que en casa, como si fuese la primera vez que lo puedes tener todo bajo el mismo techo.

Para mí y aunque me quede un año para tener el título en la mano, sabe más que nunca a despedida. 2meses a Kathmandú y 10 a Córdoba... Aún así fui feliz!
Que orgullosa estoy de todos vosotr@s, cuanto me alegra haber podido conoceros y vivir con vosotros. No porque seáis excelentes Veterinarios, no porque sepa que si no os vuelvo a ver será porque estáis mucho más alto de donde se os busca, si no porque me habéis demostrado que sois personas y, además, maravillosas. Personas en el sentido más amplio, el guay, el bonito, el que te permite enfadarte y contentarte en el tiempo en que tardas en tomarte un café. Gracias a todos. Diría muchas mierdas de esas de "os echaré de menos", "nos volveremos a ver"... Pero no sois simplemente compañeros, sois parte de mi vida y tengo la costumbre de no dejar salir a nadie de ella fácilmente. Simplemente me lo guardo dentro, todo, el día de ayer y todos los días de nuestra vida juntos. Y los seguiré guardando a medida que se sumen en el tiempo. 

Y lo  mejor de estar orgullosa de vosotros es que sé que vosotros lo estáis de mí. Por el viaje, por la carrera y porque habéis llegado a conocerme hasta el punto de apoyarme en todas estas gilopolleces que hago porque sabéis, que como vosotros, son parte de mí y de lo que me define. 

Gracias a Mamá, Papá y tía Peluche por estar llorando conmigo desde el patio de butacas. Gracias Villa por ser parte nuestra familia Veterinaria. Gracias Lillo por estar allí aunque no estuvieses (y por las fotos!).

No quiero que suene a despedida... porque en realidad no lo es. Hago una bomba de humo y desaparezco a  Nepal... pero volveré.

Y vosotros estaréis aquí para oír mis historias.

Gracias.

=)

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