Hace tiempo que no tomo las riendas del blog (en post de mis valientes #RookieVets en Nepal) y más aún que no lo utilizo para mi uso y disfrute personal. Pero hoy lo voy a hacer. Quizás sienta ahora más presión sabiendo que sois más los que lo leéis, ya no es tan fácil sacar la cabeza por esta "ventana" y contar sin medida todo lo que me preocupa o cualquier cosa que nos pase. Pero aprovecharé precisamente eso, el regalo que me hacéis leyendo este pequeño espacio para cerrar una etapa y empezar otra...
A pesar de llevar 5 semanas sin tocar un animal (y no por mi propia voluntad, como muchos sabéis) el viernes pude estar presente en el último día de los 6 veterinarios becarios residentes del HCVC, de mis R2, vamos! Soy una persona sensible, pero quizás no en ese plano explosivo de abrazos y besos. Procuro expresar mi cariño de otras maneras...
No ha sido un año fácil, y eso no significa que haya sido malo. Las cosas difíciles parece que cunden más. Dejan ese sentimiento de haber cumplido con el deber y haberse esforzado lo suficiente para respirar hondo y satisfecho cuando consigues pasar por encima de los problemas y ver la luz al otro lado. Han sido muchas horas en ese pequeño zulo lleno de jaulas, perros, ladridos, gritos, lloros, felicitaciones (menos de las que nos gustaría), emociones, miedos, libros, gatos satánicos, prisas, urgencias, desesperación y esperanza en ser mucho mejores. Y siempre hemos estado acompañados, aunque fuese al teléfono, aunque fuesen las 3 de la mañana, y aunque fuese una duda totalmente estúpida.
Pero, como se dice en mi casa, si era un cabrón y se ha muerto, ahora no es un santo. Y también ha habido fallos y quizás, por horribles, terribles y temibles que fueran en ese momento, el tiempo y el cariño acumulado los han diluido hasta reducirlo a un amargor muy débil en el intenso y adictivo sabor dulce que nos ha dejado todo este año compartiendo con vosotros tantas horas de trabajo y de vida. Como de cada caso, se aprende de todo, y siempre a ser mejores.
Porque aunque no hayamos sido capaces de demostrároslo, os admiramos mucho, por el simple hecho de sobrevivir a dos años en esta jaula de grillos. Por conseguir que todos os conozcamos y os respetemos, por ganaros el saludo de todos los clínicos, por los comentarios que os han dedicados todos y cada uno de los miembros de esta familia. Por ser el parche a todos los rotos y descosidos de este hospital, por estar al otro lado del teléfono, del walkie, de la puerta y siempre, dar una respuesta, aunque, comprensiblemente, no siempre nos parecía la mejor ni la que más nos gustaba oír.
Gracias por buscar la mejor versión de vosotros mismos por el simple hecho de ser mejores veterinarios, más allá del cansancio y las horas de trabajo. Gracias también por las palmaditas en la espalda, los abrazos por las mañanas, las sonrisas por el pasillo, pero también por corregirnos, por enfadaros con nosotros y por hacernos ser mejores. Echaré de menos muchas cosas... Las risas contagiosas, los despistes épicos, las noches de urgencias catastróficas, el "Pedrajaaaa", las películas de zombies y las carreras por los pasillos en busca de analiticas y electros.
No sé si llegaremos a donde habéis llegado vosotros, pero siempre pienso que todos los que trabajamos aquí tenemos la misma pasta y que lo que nos diferencia es el tiempo y la experiencia.
Os irá bien, hagáis lo que hagáis. Porque la vida os llevará tan lejos como vosotros queráis llegar, tenéis mucha fuerza para quedaros perdidos camino a ninguna parte. Tenéis perseverancia, coraje y, sobretodo, ese amor por los animales que hace únicos a los buenos veterinarios.
Todo un honor ahora y siempre haber sido vuestra R1. Siempre seréis mis R2s.
Para los L-MAJIC... Futuros R2 en pocos días. Ánimo... que son pocos y cobardes... Lo haremos bien, pero intentemos hacerlo mejor!